Apreciados amigos, hermanos y hermanas en Cristo, soy el hermano Frank, hablándoles desde el Centro Misionero Europeo Internacional en Krefeld, Alemania. Estamos abordando personas en todos los continentes y confiamos en que usted pueda seguirnos al compartir la Palabra de Dios con usted en su propio país.
Amados, como solemos decir: este es el ministerio apostólico, profético, bíblico, solamente la enseñanza de las cosas que los apóstoles y los profetas enseñaron, solamente lo que se remonta a las Palabras de nuestro Señor, solamente creer 100% como la Sagrada Escritura dice. Esto, por supuesto, no es del agrado de todos. Para ser honesto, a todos nos gusta estar en lo cierto, y si ud. va a diferentes iglesias, a las denominaciones, a las religiones: todo el mundo está convencido de tener la razón. Si ud. va a las seis religiones principales sobre la tierra y le pregunta: "¿Qué hay de su camino? ¿Es el verdadero camino? Todo el mundo dirá: Sí. Cristianos, musulmanes, Judaísmo, hindúes y budistas y todos dirían: “Estamos en lo correcto”. Pero, ¿cómo podemos saber? ¿Cómo podemos saber que creemos la Escritura correcta, la palabra correcta?
Y allí de nuevo mencionamos el término "escritura": Esta Escritura se interpreta en miles y miles de diferentes maneras. Cada sacerdote, cada predicador, cada pastor, incluso cada evangelista, cada personalidad carismática interpreta la Escritura de diferentes maneras. Por lo tanto, es necesario volver a la Palabra de Dios y hacer lo que leemos en Hechos 17, versículo 11, de los de Berea. Ellos eran sabios. Ellos estaban escudriñando cada día las Escrituras para ver si las cosas que fueron compartidas por los apóstoles eran conforme a la Palabra de Dios. ¡Tenemos que hacer esto! No hay otro camino.
No podemos confiar en un predicador, no en un Papa, ni en un obispo, no en un cardenal, no podemos confiar en nadie. ¡Sólo podemos confiar en Dios! Incluso si toma un catecismo, ud. no puede confiar en lo que está escrito en él, porque son enseñanzas del hombre. Y, amigos, estoy realmente herido dentro de mí mismo, ya que toda la humanidad está siendo engañada. ¡Engañada! Todos hablan acerca de Dios, todos creen que tienen razón. Pero ahora, regresando a la Escritura, amigos, tengo que decir esto en cada sermón, no para juzgar a los demás, sino dejar que la Palabra de Dios me juzgue y le juzgue a Usted, que tomemos las Sagradas Escrituras como la autoridad final. Si leemos, por ejemplo, en Efesios, "un Señor, una fe, un bautismo" luego debemos volver al libro de los Hechos, comenzar con el capítulo 2 y luego ver, cómo esta sola fe, un solo Señor, un solo bautismo eran administrados. Podemos volver a Mateo 28:19 y escuchar lo que el Señor dijo: que debemos bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. "Padre" no es un nombre - Dios es nuestro padre. "Hijo" no es un nombre, el nombre es "el Señor Jesucristo". Así que, amigos, tenemos que entender. Y luego vamos a Marcos capítulo 16, cuando el Señor dice que debemos ir por todo el mundo y predicar el Evangelio, enseñar a todas las naciones, y los que creen deben ser bautizados, y los que no crean, por supuesto, no se bautizan.
Y, amigos, entonces volvemos a Hechos, capítulo 2: Allí el primer sermón bajo la unción del Espíritu Santo fue predicado por el hombre elegido por Dios, el apóstol Pedro. Y, Amigos, Quisiera hacer hincapié en esto con amor: el primer sermón en el primer día, en el día de Pentecostés, cuando la Iglesia del Nuevo Testamento fue traída a la existencia por Dios mismo a través de la efusión del Espíritu Santo, el primer sermón debe ser nuestro guía. Y si se guía por el primer sermón, entonces se llega a la comprensión de que la Palabra entró en los corazones de aquellos que dieron su vida al Señor. Y entonces el Apóstol Pedro se dirigió a aquellos que creyeron su sermón, su mensaje, "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo." Y luego, la Escritura dice en el versículo 41, los que creyeron su palabra fueron bautizados.
¿Cómo fueron bautizados? Por inmersión en el nombre del Señor Jesucristo, y luego fueron sacados de nuevo del agua. Ese es el bautismo original. Si van a Hechos, capítulo 8, cuando Felipe estaba predicando en Samaria y lo mismo sucedió: todos fueron bautizados en el nombre del Señor Jesucristo. Y tenemos que entender que ahora antes del Retorno de Cristo los creyentes del Nuevo Testamento deben ser llevados de vuelta a donde estaban al principio. No puede haber una sola diferencia entre lo que enseño hoy y lo que los apóstoles enseñaron hace 2.000 años. ¡Ni una sola diferencia en ningún solo punto! Todo tiene que ser 100% igual como era entonces, porque Jesucristo es el mismo hoy, como lo fue ayer y para siempre.
Pero ahora, si usted entra en el mundo de las iglesias: algunos por aspersión, algunos derraman, algunos no bautizan en absoluto. Hay toda una denominación en la tierra, conocida por todos, no bautizan en absoluto. Toman lo que el Apóstol Pablo dijo en la carta a los Corintios, donde hace la declaración, "El Señor no me ha enviado a bautizar, sino a predicar el Evangelio." Y van también a la persona que murió con Cristo, que clamó a Su nombre, y el Señor le dijo: "Hoy estarás conmigo en el paraíso." Y a partir de estas dos afirmaciones dicen, el bautismo no es necesario. Pero, amigos, no están muriendo en este momento, y no se encuentran en la iglesia de Corinto - están en algún lugar en la tierra, todavía están vivos, y la Escritura se aplica a usted, primero dedicar su vida al Señor para recibir a Cristo como su Salvador personal, saliendo de la desobediencia, de sus propios caminos, y luego seguir a Cristo en obediencia también en el bautismo en agua.
Así que usted entiende: La Escritura puede ser mal interpretada para nuestra propia destrucción, pero la Escritura puede ser correctamente dividida y entendido para nuestra bendición. Así que entendemos de la Palabra de Dios que es absolutamente necesario contar con la revelación por el mismo Espíritu Santo, como en el mismo principio. Y en lo que se refiere al bautismo de los niños: de acuerdo a la historia de la iglesia, y he leído mucho sobre ello, casi podemos estar seguros de que la primera aspersión tuvo lugar cuando Constantino se encontraba en su lecho de muerte, cuando estaba a punto de morir. Alguien, alguien pensó que tenía que ser bautizado y luego puso la mano en un poco de agua y lo roció. Así es como los libros de historia de la iglesia y algunos hombres se remontan al bautismo de infantes, simplemente verter unas gotas de agua. ¡Eso no es un bautismo en absoluto! No, el bautismo debe ser por inmersión. Incluso Juan el Bautista, bautizó donde el agua era profunda. Se puede leer en el Evangelio de Juan. Y nuestro Señor entró en el río Jordán y Juan lo bautizó. Por lo tanto, el bautismo es por inmersión.
Pero ahora llegando rápidamente a algunos otros puntos. El Retorno de Cristo sigue siendo el tema principal. Pero es necesario seguir al Señor paso por paso, para volver a las enseñanzas originales y caminos de Dios. Si usted va a 1 Timoteo, el primer capítulo, el apóstol Pablo presenta a sí mismo como sigue: "Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza, a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, nuestro Señor" Amigos, el énfasis está aquí: Pablo, apóstol de Jesucristo - no un hombre de la iglesia, sino un hombre de Dios, no elegido como obispo en algún consejo, pero después de haber tenido una comisión directa y la experiencia, una vocación sobrenatural de los labios de nuestro Señor. Y, amigos, esto es realmente necesario para un ministerio: primero un llamado, una colocación, y luego, por supuesto, una comisión va con el llamado.
Y, Amigos, tengo que compartir esto con ustedes, de lo contrario no podría enfrentarme a mi Señor en el Día del Juicio. Si miramos hacia atrás en el Antiguo y el Nuevo Testamento, hubo diferentes hombres que vivieron en diferentes momentos, con una comisión directa de parte del Señor. Recordamos Noé, recordamos Abraham, Moisés, los profetas, y luego Juan el Bautista tenía un ministerio especial, tarea especial, haciendo puente del Antiguo al Nuevo Testamento. Lucas 16:16: "La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado..." Volviendo a San Juan, capítulo 1, "La ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo." (Versículo 17).
Por lo tanto, tenemos que entender que estamos viviendo cerca del Retorno de Cristo. Y por lo tanto tengo que compartir con ustedes, si lo recibe o no, pero tengo que ser libre de todos aquellos que oyen la Palabra de Dios de mis labios. Yo quiero que esté en oración y considere la Palabra prometida para este día. Sólo estoy refiriendo a la misma; ud. conoce la Escritura. Dios hizo una promesa en Malaquías, capítulo 4, "Yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible." Y luego, en Mateo 17:11, nuestro Señor confirma esa promesa, que Elías vendría para restaurar todas las cosas. Como saben, Dios habla en parábolas, Dios habla de tal manera que nunca va a entenderlo, si no le es revelado por el Espíritu Santo. Todo lo que Dios dice es revelado; al mismo tiempo que permanece oculto. Las dos cosas son siempre y siempre. Es por eso que la gente necesita la revelación, la guía, la inspiración del Espíritu Santo.
Si vas a San Mateo, capítulo 17, y continúa leyendo desde el versículo 11, entonces nuestro Señor habla de dos cosas: de un futuro ministerio de Elías por venir, y, refiriéndose al ministerio de Juan el Bautista, Él dice: "Elías ya vino, y no le reconocieron..." Entonces si va a Marcos, capítulo 9, leyendo desde el versículo 12, tenemos lo mismo, con la excepción de que aquí nuestro Señor habla sobre el ministerio del Elías que había de venir antes de que el gran día del Señor llegara, y entonces también habla Él sobre el Elías del Antiguo Testamento que tuvo su ministerio en su día. Usted debe leer cada verso con oración.
Y luego, si va a San Juan, capítulo 1, versículo 19, a Juan el Bautista le preguntaron, "¿Eres el Profeta?" Él dijo: "No." "¿Eres Cristo?" Él dice: "No." "¿Eres Elías? ", dijo, "No." Y entonces los que vinieron necesitaban una respuesta, y la pregunta fue: "¿Pues quién eres? Para que demos respuesta a los que nos enviaron." Y luego en el versículo 23 Juan dice, "Yo soy la voz de uno que clama en el desierto." Así que tenemos que tomar todas las escrituras juntas que hablan sobre el mismo tema. Nunca se puede tomar un único versículo - debe ir al siguiente, al siguiente, al siguiente para tenerlo completo, una comprensión completa y revelación. Así, sabemos que tenía que haber un ministerio, uno enviado por Dios, un ministerio profético antes del Retorno de Cristo. Podría ir a muchas escrituras, y vamos a hacerlo en los sermones que se aproximan para mostrar absolutamente desde las Sagradas Escrituras las promesas y luego también su cumplimiento.
Cuando llegué a conocer el ministerio de William Branham en 1955, admito que era la primera vez que vi días bíblicos, que vi en acción el ministerio profético apostólico. Vi a Jesucristo, el mismo ayer, hoy y siempre. No sólo las palabras encima de la plataforma de Hebreos, capítulo 13, versículo 8, pero vi gente nacida ciega viendo en un instante; vi el libro de los Hechos repitiéndose delante de mí; vi el ministerio que Cristo tenía cuando caminó sobre la tierra. Vi este ministerio no sólo un día, pero una semana entera. Y luego otra vez en 1958. Y, amigos, a partir de ese momento tuve que preguntarme a mí mismo una cuestión al ver esta confirmación divina, sabiendo que nadie en la tierra, ningún ser humano podía hacer las cosas que vimos sucediéndo ante nuestros ojos, salvo Dios estuviera con él y el Señor mismo las hiciera!
Y, amigos, entonces vine a saber que este hombre tuvo un nacimiento peculiar, que veía visiones cuando tenía siete años de edad, que había oído la voz del Señor, y en especial en junio de 1933, después de su primera cruzada evangelística, que bautizó a unas 300 personas en el río Ohio. Y cuando estaba a punto de bautizar a la persona 17a oyó una voz que decía: "¡Mira hacia arriba!". Y por segunda vez, "¡Mire para arriba!" Y cuando levantó la vista vio esta luz brillante, y desde la luz sobrenatural estas palabras fueron habladas a él: "Como Juan el Bautista fue enviado para preceder la primera venida de Cristo, eres enviado con un mensaje que será precursor de la segunda venida de Cristo." En abril de 1966 me encontré con personas que estuvieron presentes en junio de 1933.
Amigos, estoy mencionando esto con un propósito: que vuestra sangre no esté en mis manos. Tengo que decir esto, incluso si me critican. Yo no estoy adorando a un hombre - yo adoro a Dios en espíritu y en verdad. Pero yo no me atrevería a pasar por alto lo que Dios ha hecho y sigue haciendo en mi tiempo. Si desea prescindir de ello, es asunto suyo. Yo no lo haría. Tenemos que reconocer el día, las promesas, el mensaje. Tenemos que conocer el camino de Dios con el pueblo de Dios en este momento. No podemos continuar en nuestros propios caminos. Y, amigos, debido a la sinceridad tengo que ser honesto con ustedes: Este es el tiempo de Dios para el pueblo de Dios para traernos de vuelta a la voluntad de Dios, a la Palabra de Dios, a las enseñanzas de la Palabra de Dios. Todo debe estar en el orden divino con nosotros y, por supuesto, en las Escrituras.
Que las bendiciones de Dios Todopoderoso estén con vosotros. Que ud. se de cuenta de la hora en que vivimos y lo que Dios está haciendo en este momento. Las bendiciones del Todopoderoso estarán con usted, si usted está listo para obedecer y seguir al Señor de acuerdo a Su Palabra. Por favor, me encantaría saber de usted, y de nuevo le estoy pidiendo: escudriñad las Escrituras, orad y recibirán la respuesta directa de Dios por Su santa Palabra. En el Santo Nombre de Jesús. Amén.