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Estimados amigos, hermanos y hermanas en Cristo, soy el hermano Frank, hablándoles desde el Centro Misionero Internacional, casi me atrevería a decir, en Europa. Y, queridos amigos, el mundo se ha vuelto muy pequeño. Y estos sermones se transmiten en  muchos países diferentes. Por lo tanto, lo mejor es dirigirse a todo el mundo, sin importar en qué parte del mundo se encuentren.

 

Nuestro ministerio, como ustedes entienden, es apostólico, profético, un ministerio bíblico, compartiendo la Palabra original de Dios con el pueblo de Dios, con los que tienen oídos para oír lo que el Espíritu dice a las iglesias. Entendemos de las Sagradas Escrituras que Dios tiene un plan, un plan de salvación. También entendemos, que hubo promesas para la primera venida de Cristo, y hay promesas para la Segunda venida y también predicciones de lo que sucederá antes de que nuestro Señor regrese. Y especialmente sobre Israel, pueblo natural, elegido de Dios con una tierra natural y también promesas muy naturales. Y luego las promesas que el Señor hizo a la iglesia y, finalmente, la Novia de Cristo, que sale de la iglesia para estar en las Bodas del Cordero. Así que, amados, confío en que ustedes están familiarizados con las Sagradas Escrituras. Esto es muy, muy importante, e igualmente importante es que no interpretémos un solo pasaje de la Palabra de Dios, sino que sólo creámos cada verso y cada capítulo de la manera que está escrito y colocándolo de acuerdo con el Plan de Salvación.

 

En referencia a Israel, tenemos que decir que Dios hizo promesas, para traerlos de vuelta a su tierra al final de los días. Y, amigos, me encantaría leer algunas escrituras: sólo un versículo de Isaías, capítulo 11, y también es el versículo 11: "Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo ..." Luego en Jeremías, capítulo 31, versículo 10: "Oíd la palabra de Jehová, oh naciones, y hacedlo saber en las costas que están lejos, y decid: El que esparció a Israel lo reunirá  guardará, como el pastor a su rebaño." Y luego, en Ezequiel, capítulo 36, versículo 24: "Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país." Estas son las promesas hechas no por hombres, sino por Dios mismo a Su pueblo escogido de Israel.

 

Y luego, si ud. sigue con los profetas en el Antiguo Testamento, allí hay otra vez cosas a los que tenemos que prestar atención. Oseas, capítulo 6, versículo 1 y 2, "Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él."

 

Si vamos al Nuevo Testamento, Mateo 24 y los otros evangelios paralelos, nuestro Señor habla de la victoria. Para simplemente hacer algunas breves declaraciones: Los Judíos fueron dispersados, fueron perseguidos, y fueron asesinados a través del período de 1600 años. Y ahora, desde 1948 tenemos un estado, un país llamado Israel. Y nuestro Señor dijo en repetidas ocasiones: "Cuando vean esas cosas que prometí, que predije, entonces sepan que el tiempo está muy cercano." Así que, como se dice aquí, en Oseas, capítulo 6: "Después de dos días..." Un día con el Señor es como mil años, y mil años como un día. Así que ellos fueron dispersados ​​durante 2.000 años, perseguidos por unos 1.600 años, y ahora están de vuelta en su patria.

 

Y, amigos, creemos, creemos que este es el tiempo de Dios para el pueblo de Dios. Y también como vemos el cumplimiento con el pueblo de Israel, entendemos que la Iglesia corre paralela a Israel: Así como los Judíos son sacados de todos los países y traídos de vuelta a la Tierra Prometida, todos los verdaderos creyentes se traen de todos los países, de todas las denominaciones de nuevo a la Palabra prometida para este día.

 

Y amigos, me gustaría leer de Marcos, capítulo 1, para hacerles saber cómo nuestros hermanos en el comienzo del Nuevo Testamento muestran que todo lo que sucedió en el Reino de Dios se hizo de acuerdo a lo que Dios predijo por medio de sus profetas. Permítanme leer en Marcos, capítulo 1, comenzando con el versículo 1: "Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti." La segunda parte está en el versículo 3: "Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas".

 

Esto es muy importante conocer y observar, que Dios tiene un plan, y ese plan se predijo en Su Palabra, Antiguo y Nuevo Testamento. Debemos asegurarnos de que ahora vemos lo que Dios está haciendo de acuerdo a Su Santa Palabra. Me encanta como está escrito aquí "Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Como está escrito en Isaías el profeta…" El Nuevo Testamento comenzó con el cumplimiento de las promesas y profecías del Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento termina con el cumplimiento de las promesas y de todo lo que Dios ha predestinado a suceder antes del Retorno de Cristo.

 

Ahora, apreciados amigos, una escritura más en este sentido: de Lucas, capítulo 1. Dice en el versículo 2: "...tal como nos lo enseñaron, los que desde el principio lo vieron con sus ojos,y fueron ministros de la palabra." Aquellos que vieron con sus ojos las cosas que sucedieron, como los profetas predijeron en las Sagradas Escrituras, que dieron testimonio, y este testimonio se encuentra en Mateo, Marcos, Lucas y Juan. La lectura en el versículo 3: "Me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido." ¡La verdad! La Palabra de Dios es cierta, y las cosas que Él hace son ciertas. Así que tenemos que conocer el plan de Dios por la revelación divina.

 

Y para ser honesto con ustedes, queridos hermanos y hermanas, todos estamos en una crisis. Toda la tierra está en una crisis: económica y religiosamente. Cada nación en la tierra tiene una batalla en tal o cual forma. En todas partes crisis. Y parece que, incluso denominaciones están en una crisis. Yo no quiero ser personal, pero incluso las iglesias más grandes conocidas en todo el mundo, se encuentran en una crisis. Todo el mundo está en una crisis. La iglesia se encuentra en una crisis.

 

Amigos, soy un protestante de arriba hasta abajo, yo soy un creyente de las Sagradas Escrituras, y yo podría decir, por la gracia de Dios, conozco al Señor Jesucristo personalmente. He dedicado mi vida a Él en 1949, y amigos, miro hacia atrás a más de 50 años en el ministerio, compartiendo la Palabra preciosa y santa de Dios con millones de personas en 150 países. Amigos, déjenme decirles la verdad: Dios tiene un camino con Su pueblo. Dios tiene un plan, un programa, incluso ahora para el tiempo final, para restaurar, para traer de vuelta a donde la Iglesia del Nuevo Testamento estaba al principio.

 

Entonces, apenas hace unos meses, el énfasis del Vaticano fue que todas las otras iglesias cristianas no son en realidad iglesias. Son simplemente asociaciones o denominaciones cristianas. Pero solamente hay una, como el anuncio dijo, una iglesia, y que es la iglesia romana, o la Iglesia de Roma con el papado como su cumbre. Y, amigos, en este informe, que se puede leer en su correo electrónico, que todas las otras iglesias tendrían que volver a la iglesia madre para experimentar la salvación completa.

 

Las noticias que tengo en la Biblia son totalmente diferentes, totalmente diferentes: la salvación completa no está en una iglesia, no en una denominación, sólo en Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. No se puede separar la salvación del Salvador. No se puede separar la sanación del Sanador. No se puede separar ni una experiencia que usted necesita con Cristo de Cristo. Todo lo que Dios comparte con nosotros es en Cristo. En Cristo habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Y sólo en Cristo tenemos la salvación, el perdón, la reconciliación. Sólo en Cristo y por Cristo tenemos vida eterna. No necesito ir a Roma, sólo tengo que venir a mi Señor y Salvador y experimentar la salvación plena, la renovación y también el nuevo nacimiento y el bautismo del Espíritu Santo.

 

Y, amigos, como trato de decir: todo se está moviendo en alguna dirección. Y, Amigos, espero que Dios les esté moviendo en la dirección correcta - no ser encontrado siguiéndo a un hombre o un sistema. Y la otra cosa es esta: todos, en las 350 denominaciones protestantes, todo sacerdote, todos los que van al púlpito un domingo tienen la Biblia. Y todo el mundo da su propio pensamiento, sus propias interpretaciones de las Sagradas Escrituras. Y esto no se permite en absoluto: la Sagrada Escritura no es de interpretación privada. Y por lo tanto tengo que destacar con amor que el primer sermón y el último sermón deben ser iguales. El último bautismo y el primer bautismo deben ser los mismos. Todo en la Iglesia de Jesucristo sigue siendo igual. Por lo tanto tenemos que volver al libro de los Hechos para saber cómo comenzó la Iglesia del Nuevo Testamento. Comenzó por la efusión del Espíritu Santo. Fue el acto de Dios: los que fueron redimidos por la sangre del Cordero se reunieron en Jerusalén para recibir el poder de lo alto para ser los primeros en el día de Pentecostés para ser bautizados por el Espíritu Santo en un solo cuerpo y Cristo siendo la cabeza de este cuerpo sobrenatural, llamado la Iglesia de Jesucristo. Usted necesita leer 1 Corintios 12 y otros capítulos.

 

Así que, dejándolo muy en claro: la Iglesia de Jesucristo no se encuentra en alguna denominación, no se encuentra en Roma, no está en la ortodoxa griega o católica romana o anglicana o luterana. No, la Iglesia de Jesucristo consiste de los renacidos creyentes que tuvieron la experiencia personal de salvación, reconociendo la Palabra de Dios para ser la Verdad y luego entrando también en la obediencia.

 

Si ud. lee las Sagradas Escrituras, y esto es absolutamente necesario, por favor, recuerde esto: no podemos llegar al cielo a nuestra manera. Esto es imposible. Tenemos que estar en el camino de Dios, en la Palabra de Dios, en la voluntad de Dios. El problema comenzó en Génesis justo en el jardín del Edén, cuando la serpiente engañó a Eva y la llevó bajo su influencia lejos de la Palabra. Y luego vino la desobediencia y la caída. Pero en Cristo somos colocados de nuevo en la obediencia, en comunión con Dios y luego entendemos que ninguna mentira se origina con la verdad. Pero el Espíritu Santo, que es el Espíritu de la Verdad, nos guía a toda la verdad. Y la verdad es la Palabra de Dios.

 

Resumiendo lo que tratamos de decir hoy: Amados, el Retorno de Cristo es inminente. No sólo estamos diciéndolo – es así. Y podemos esperar su regreso en cualquier momento. Las señales del tiempo declaran esto muy, muy abiertamente. Y todo el mundo que tenga oídos para oír lo puede oír y ojos para ver lo puede ver: la venida del Señor está muy, muy cerca. Y, por tanto, el último mensaje, el mensaje de la hora - eso es lo que me gusta: la expresión "el mensaje de la hora" - la Palabra prometida de Dios para este día. Y me encanta llevarlo de nuevo al comienzo de este sermón: Marcos, capítulo 1, Lucas, capítulo 1, como fue prometido por Dios a través de los profetas, así es como comenzó Dios. Y eso es precisamente como Dios está llegando al término. Y Él hizo una promesa especial: enviar un profeta como Elías, antes que venga el día grande y terrible del Señor. Y, amigos, tengo que compartir esto si es posible en cada sermón: Debo informar a la gente de Dios de la promesa principal de Dios antes del Retorno de Cristo. Y esta promesa encuentra su cumplimiento en nuestra época. La verdadera Palabra de Dios incluyendo todas las promesas de las Sagradas Escrituras se comparten con todo el pueblo de Dios alrededor del mundo. Y por lo tanto, como ya he dicho, tenemos que comprobar con la Palabra de Dios y saber si estamos caminando en obediencia, en los caminos de Dios y si nos estamos preparando para la segunda venida de Cristo.

 

Amados hermanos y hermanas, queridos amigos, hagan su camino de regreso a Dios, a Su Palabra. Siga al Señor Jesucristo y será feliz en aquella mañana, cuando la trompeta sonará y el Señor descenderá y los muertos en Cristo se levantarán y nosotros los que vivimos seremos transformados. Y luego juntos seremos arrebatados. Quiero que ud. esté allí. Le dije al Señor, deseo compartir su Palabra de tal manera que todos los que escuchen Su mensaje de mis labios los vea de nuevo en la gloria.

 

Que la gracia de Dios sea con ustedes y las bendiciones del Todopoderoso también. En el santo Nombre de Jesús. Amén.