Amados hermanos y hermanas en Cristo, apreciados amigos, damas y caballeros, soy el hermano Frank, hablándoles desde el Centro Misionero Internacional en Krefeld, Alemania. Tenemos estos sermones en un número de diferentes países para compartir la preciosa Palabra de Dios con el mayor número posible. Me doy cuenta de que comenzó el tiempo de gracia y también va a terminar, y creo que ahora estamos muy cerca del retorno de Cristo, y por lo tanto, se ha convertido en nuestro tema principal. Nosotros predicamos y enseñamos acerca de la segunda venida de Cristo, sobre el llamado a salir, sobre el tiempo de preparación para alinearse con Dios y Su Palabra y volver al verdadero patrón y las enseñanzas de la Biblia, como lo fueron en el principio.

En Tito, el primer capítulo, leemos en el primero y segundo verso, "Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme la fe de los escogidos de Dios, y el conocimiento de la verdad que es según la piedad, en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos..." Lo dije muchas veces: sólo puedes vivir eternamente, si tienes la vida eterna. No hay absolutamente ninguna escritura que diga que el hombre, que el hombre tiene un alma que nunca morirá. La Sagrada Escritura dice: "Toda alma que pecare morirá." Y si tuviéramos vida eterna sin salvación, entonces ¿por qué Cristo aun vino, por qué  ha sido derramada la sangre? Así que, amigos, la Sagrada Escritura declara en 1 Juan, capítulo 5, 11 + 12, "... El que tiene al Hijo, tiene la vida; y el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida." Así que, amigos, tenemos que enfrentar la realidad y reconocer la Palabra de Dios como verdadera en todos los aspectos.

 

Podríamos compartir con ustedes muchas, muchas escrituras, como San Juan, capítulo 17, que habla de la vida eterna, sobre el Señor. Aquí dice en Juan 17, versículo 3, "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado." Pero espero que entendamos que para vivir eternamente debemos recibir vida eterna. Sólo hay un Eterno, que nunca comenzó y nunca termina. Ese es Dios Todopoderoso, que moraba en Su plenitud del Espíritu, luz y vida por toda la eternidad (1 Timoteo, capítulo 1, versículo 17; 1 Timoteo 6, versículo 16), a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, sino que habita en luz inaccesible.

 

En el principio Él salió de la eternidad entrando en el tiempo, y por lo tanto la Biblia habla de "el principio": "En el principio creó Dios los cielos y la tierra." Él era El  Invisible, se hizo visible, asumiendo una forma que podía ser vista y oíada.

 

Mis amados amigos, yo creo en la unicidad de Dios. Creo que hay un solo Dios. Él puede ser y es el Creador, Él es el Rey, Él es el Salvador, Él es el Juez. Y en el Antiguo Testamento, incluso si ud. va a Éxodo, capítulo 2, 3, 4, 5, 6, se reveló en una experiencia sobrenatural como "Ángel del Señor", como "Señor", como "Dios". Y si va a través de las experiencias que los hombres de Dios tuvieron en el Antiguo Testamento, como en Génesis 18 el Señor y dos ángeles vinieron a visitar a Abraham, sentándose, y  comiendo con Abraham bajo la encina de Mamre. Mis queridos amigos, en todo el Antiguo Testamento, Dios Se había dado a conocer - pero aún no Se había revelado como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Ni una sola vez a través del período de 4000 años alguien sobre la tierra se dirigió a Dios en el cielo como "Padre Celestial", ni una sola vez! Ni una sola vez a través del período de cuatro mil años alguien habló de un "Hijo de Dios". Eso era totalmente imposible, porque Dios todavía no Se había revelado a sí mismo como Padre en el cielo y en Su Hijo unigénito en la tierra. Pero más de 6.000 veces en todo el Antiguo Testamento Él se reveló a sí mismo como "Elohim", "Yahveh", "Dios", "Señor", hablando desde el mismo comienzo.

 

Pero entonces Él hizo promesas, Él hizo promesas a través del Antiguo Testamento de acuerdo a Su plan de redención. La primera promesa está en Génesis 3: 15, que la simiente de Dios vendría a través de la mujer para herir la cabeza de la serpiente y nos daría liberación. Y luego si ud. vá a todas las demás promesas: Isaías, capítulo 7: 14: ". Una virgen concebirá" Salmos 2: 7: "Yo te engendré hoy." 2 Samuel, capítulo 7, versículo 14: "Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. "- todas estas promesas en todo el Antiguo Testamento, como en el Salmo 110. Amigos, la escritura del Salmo 110 fue mencionada dieciséis veces en el Nuevo Testamento. ¡Dieciséis veces! Y, amigos, siempre estoy muy agradecido a Dios Todopoderoso que los escritores del Nuevo Testamento volvieron al Antiguo Testamento y mostraron cómo se cumplieron las promesas y como el plan de salvación de Dios se hizo realidad.

 

Así que al principio del Nuevo Testamento ocurrió algo muy, muy especial: El Espíritu Santo cubrió a María, y usted sabe en Mateo y en Lucas especialmente, sobre todo lo que dijo el ángel Gabriel y cómo las cosas vinieron a pasar: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios." ¿Qué estaba haciendo Dios? Se manifestó en una forma visible en un cuerpo de carne. "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros." Pero, amigo, si ud. va a San Juan, capítulo 1, - el VERBO - y si lo va a buscar en el diccionario, encontrará la palabra hebrea "dabar". Hay uno que debe hablar, antes de tener la palabra, alguien tiene que hablarlo. Y por lo que entendemos: nuestro Señor fue el que habló todas las cosas a la existencia. Usted solo sigua leyendo en San Juan, capítulo 1: "Todas las cosas por Él fueron hechas - por medio de él y para él." Así que no es solamente la Palabra - El que habló esa palabra estuvo personalmente con nosotros, ¿quién podría decir "YO  SOY? Antes que Abraham fuese, yo soy. "- Aquel que hizo el hablar en el comienzo mismo.

 

Así que, queridos amigos, hemos escrito una serie de libros, una serie de libros y no podemos compartir todas estas cosas en un par de minutos. Pero quiero que entienda: en este momento Dios nos lleva de nuevo a su Santa Palabra, que podamos colocar el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento, que podamos ver el Plan de Salvación de Dios con mucha claridad. En Cristo, el Hijo de Dios, hemos sido puestos como hijos e hijas de Dios. Por lo tanto, era necesario que el Señor de la Gloria venga en un cuerpo de carne, porque habíamos pecado. Adán y Eva pecaron en el cuerpo de carne. Justo desde el principio cada persona que nace en este mundo nació en el pecado original y todos estabamos perdidos. Y, por tanto, el Señor mismo tenía que venir. Y, amigos, preste atención: Si la Sagrada Escritura dice: "¡Señor", déjenlo "Señor"; si dice "Hijo", déjenlo "Hijo"; si dice "Dios", déjenlo "Dios!" Deje toda Palabra cómo y dónde está, porque es allí donde debe ser y como debe ser.

 

Por ejemplo, en Lucas, capítulo 2, versículo 11, leemos: "Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor." ¡El Señor! Allí no dice "Hijo", porque nació como hijo. Pero el Hijo era el Señor mismo manifestado en un cuerpo de carnal. Y esto tenemos que entenderlo. Por lo tanto, cuando la Escritura dice en 1 Corintios, capítulo 12, "Nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo" (versículo 3b), entendemos. ¿Por qué "Señor"? ¿Por qué "Hijo"? ¿Por qué "Primogénito"? ¿Por qué todas estas descripciones? Y, amigos, ha llegado el momento en que tenemos que poner todas las cosas en conexión correcta y de la manera correcta de acuerdo con el Plan de Salvación.

 

Como dije en mi último sermón: Desde el siglo III todo cambió. Y para ser honesto, en la iglesia que resultó en el Imperio Romano ni una sola enseñanza bíblica quedó tal como estaba. Absolutamente todo fue cambiado: cada doctrina, toda acción, todo. No hay nada, absolutamente nada en la iglesia que comenzó a existir en el Imperio Romano desde la época de Constantino, que esté de acuerdo con la Palabra de Dios. Y, Amigos, les mostré la última vez: incluso en especial la enseñanza acerca de la Divinidad. ¿Se imaginan por un momento: Comenzaron a enseñar: Dios el Padre, Dios el Hijo, Dios el Espíritu Santo? Y entonces ellos dijeron: "El Padre es eterno, el Hijo es eterno, el Espíritu Santo es eterno.", y haciendo todas estas formulaciones. ¿Para qué? ¿Alguna vez se encuentra una sola vez el término "Hijo eterno"? ¡Ni una sola vez! ¡Ni una sola vez! ¡No en la Biblia! ¿Encuentra usted en las Sagradas Escrituras, el término "Dios el Hijo"? ¡Ni una sola vez! ¡No en la Palabra de Dios!

 

Y, amigos, yo os digo la verdad: Yo creo con todo mi corazón de acuerdo con esta Santa Palabra de Dios, que el Todopoderoso para nuestra salvación se reveló a sí mismo como nuestro Padre que está en los cielos, en Su Hijo unigénito en la tierra: "Emmanuel - Dios con nosotros ", nuestro Señor y Salvador. Y a través de la efusión del Espíritu Santo, Dios habita en nosotros. ¡Dios encima de nosotros en la Paternidad, Dios con nosotros en la forma de Hijo, Dios en nosotros por el Espíritu Santo! ¡Pero sólo hay un Dios por los siglos de los siglos! Y, amigos, todos en la iglesia, que surgió en el siglo tercero, si empiezan cualquier función dicen: "En el nombre del Padre, en el nombre del Hijo, en el nombre del Espíritu Santo." ¡Tal fórmula nunca, nunca, nunca, ni una sola vez fue usada en tiempos de la Biblia! ¡No es encontrada ni ha sido administrada en las Sagradas Escrituras alguna vez!

 

El malentendido que Satanás arrojó sobre estas personas, especialmente en el Concilio de Nicea, fue sobre Mateo 28: 19. Pero en Mateo 28: 19 nuestro Señor habló sobre el nombre: "... haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo" ¿Cuál es el nombre en el que el Pacto del Nuevo Testamento se hizo? "…y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados." Padre no es un nombre; Padre es lo que Él es. Hijo es lo que Él es. Si usted es un padre, eso no es su nombre. Y usted es un hijo, pero no es su nombre. Estos son títulos. Y el nombre en el que Dios se reveló y se puede abordar como nuestro Padre en el cielo es el Señor Jesucristo. Y por lo tanto los apóstoles entendieron la gran comisión, y todo el mundo, si se trataba de Pedro en Jerusalén, Felipe en Samaria, el Apóstol Pablo en Éfeso: todos bautizaron en el Nombre del Señor Jesucristo - en Jerusalén, Samaria y en Éfeso.

 

Mis queridos amigos ¡este es el tiempo de Dios para el pueblo de Dios a volver a las verdaderas enseñanzas, para salir de la cautividad de Babilonia! Y, amigos, les pregunto con sinceridad: ¿Va ud. a permanecer en lo que se decidió que se creyera en el Concilio de Nicea? ¿Va ud. a creer lo que Atanasio, lo que Tertuliano, lo que Eusebio, lo que todos estos hombres que no conocieron a Dios personalmente, que no experimentaron el Señor como su Salvador personal, pero que aceptaron el cristianismo como una religión – va ud. a creer hasta el final todas estas enseñanzas y prácticas? ¡No, yo no! ¡Nunca! Tengo que creer de todo corazón lo que los apóstoles Pedro, Santiago, Juan y lo que el apóstol Pablo estuvieron predicando, enseñando y practicando.

 

Amados hermanos y hermanas, sé que esto es atajo, sé que estas son algunas palabras que usted puede no ser capaz de situar en este momento, pero, queridos amigos, por favor entiendan: El mensaje de la hora es llamar a salir de toda confusión, de todas las cárceles, como se leyó la última vez de Isaías, capítulo 42, y de Isaías 58. Y luego vamos a 2 Corintios, capítulo 6, versículo 17. "¡Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo!” ¿Por cuánto tiempo se va a quedar en la cautividad de Babilonia? ¿No se da cuenta de que ahora todas las iglesias protestantes vuelven a Roma y todos estarán unidos bajo Roma? ¿Y todas las religiones se unen? ¿No se da cuenta de lo que la marca de la bestia es? ¿No se da cuenta de la hora en que estamos viviendo? "

 

Amigos, tengo que decir estas cosas. Si no lo hago, les pregunto, ¿quién lo hará? Así que, queridos amigos, este es el tiempo de Dios para decirles la verdad. Y como ya he dicho en varias ocasiones también que William Branham, siervo y profeta de Dios, se utilizó en la segunda parte del siglo 20 como un hombre enviado por Dios con un mensaje de Dios para el pueblo de Dios.

 

¡Y este mensaje de las verdaderas enseñanzas, de evangelización, proféticas y también todas las verdaderas doctrinas que se encuentran en las Sagradas Escrituras ahora deben ser establecidas en el Cuerpo de Cristo! Ni una sola enseñanza equivocada puede permanecer en el cuerpo de Cristo. Todo debe ser restaurado a donde las cosas han estado en el mismísimo principio.

 

Así que tenemos la promesa en Juan 14, donde nuestro Señor dijo, "Voy a preparar lugar para vosotros. Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis." Y he leído a vosotros la promesa de Hebreos, capítulo 9, el último verso: Primero, nuestro Señor vino a redimirnos, la segunda vez Él viene a tomar a los redimidos al hogar. Y luego leemos en Apocalipsis 19 sobre las Bodas del Cordero, y leemos en Mateo 25, versículo 10: "Las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta".

 

Yo quiero que ud. esté listo. Y hablo en serio. Lo digo en serio. Yo estoy en el ministerio por más de 50 años. Lo digo en serio. Por favor, tome en serio la Palabra de Dios, y ojalá que el Señor le haya hablado. Escudriñad las Escrituras y confirmen lo que estamos enseñando y predicando. Esta es el último llamado en la última edad de la iglesia. Por favor, escuchad lo que el Espíritu tiene que decir a las iglesias. Dios le bendiga, sea con vosotros, y una vez más: Hemos escrito una serie de folletos y libritos con temas bíblicos. Si desea recibirlos, por favor escriba. Ellos son gratuitos. Y han sido traducidos a muchos idiomas, por lo que el pueblo de Dios en todo el mundo está siendo informado acerca de lo que Dios está haciendo en este momento.

 

Sean bendecidos en el precioso nombre de Jesucristo, nuestro Señor. Amén.